León Kamikaze (Reseña y estudio de personajes)

Bienvenidos a la primera reseña del Claroscuro.

Decidí elegir este libro porque me permite empezar con ambos bloques de contenido, reseñas y estudio de personajes. Así pues, comenzamos con la primera parte.

Reseña de León Kamikaze (Álvaro García Hernández)

 

Resumen:

Me llamo León, León Kamikaze. Nunca tuve una familia; ni siquiera unos amigos. Me enamoré una vez... He tenido tres vidas. En la primera, el mundo me rechazó. En la segunda, todos me odiaron. En la tercera, aún no sé quién soy. Me llamo León, León Kamikaze, y este es el rastro que me ha traído hasta AQUÍ. 

Reseña:

Lo que podéis leer un poquito más arriba es la sinopsis oficial que trae la contraportada del libro, pero León Kamikaze es mucho más que eso. Es una historia que, pese a parecer desordenada y una locura a primera vista (eso tú, a lo mejor a los demás les encanta), tiene un esquema bastante diferenciado y, como nos adelanta el resumen, trata sobre las tres vidas de León y lo que en ellas ocurre.

Vayamos por partes, que diría Jack el Destripador. Empecemos por la cabeza... (no te desmadres, Alice. Empieza con algo menos sangriento, como el estilo del autor). Bueno, puede que mi conciencia tenga razón. Pasemos primer por el escritor y su estilo.

Tuve la suerte de conocer a Álvaro García, escritor de León Kamikaze, en el Celsius, un hombre encantador y dicharachero, dispuesto a escuchar a cualquiera, hasta a una lectora que, sin darse cuenta, empezó a criticar a uno de sus personajes como si se conociesen toda la vida. (Sí, Alice, ha quedado claro que no sabes cerrar la boca. Sigue)

El estilo de este hombre es igual que él. Mucho diálogo que nos descubre, a un ritmo trepidante, unos personajes que son mucho más de lo que parecen. Estas intervenciones, que a primera vista podrían parecer algo caóticas, crean conversaciones surrealistas pero que dejan algo muy claro: los adultos pueden estar tan perdidos como cualquier adolescente. La única diferencia es que a ellos les cuesta más admitirlo. Con esta premisa bastante clara desde las primeras páginas, el autor avanza entre un mar de dudas que asaltan a los personajes, respuestas rocambolescas y, para qué negarlo, un protagonista algo difícil de tratar. ¡Ah, y muchos incidentes, por supuesto!

Pasemos a la trama, pues, ya que hablamos de incidentes. Si los diálogos y las conversaciones eran genialidades caóticas, la trama no podía ser menos. Con una división en tres partes bastante clara, el autor utiliza capítulos cortos, que a su vez están divididos de una forma singular: con hastags. Hastags que resumen el contenido de lo que vas a leer a continuación, provocando una corriente de curiosidad imposible de ignorar. En mi caso, por ejemplo, provocó que lo leyese en un solo día. Así pues, preámbulos como #TeOdio o #LasCasualidadesNoExisten, nos dirigen a través de toda la novela conociendo a León, León Kamikaze, que no está dispuesto a interesarse por nadie más que por sí mismo.

Teniendo en cuenta que ya casi he terminado la parte de la reseña, vamos a pasar ya a mí (ególatra...). Bueno, vale, no exactamente a mí, pero sí a mi entera opinión personal. Este libro, León Kamikaze, me ha hecho replanteármelo todo, de una manera que muy pocos libros han podido. Me he dado cuenta, como decía más arriba, de que los adultos pueden llegar a estar tan perdidos como los adolescentes. De que conocerse a uno mismo no es tan fácil como parece y de que, a veces, no es tan malo ser un animal de manada. Así pues, el libro de Álvaro García, que me mantuvo despierta hasta las dos de la madrugada, es una novela que vale la pena leer, y que no por nada ha sido el ganador del premio Gran Angular.

Estudio de personajes (León Kamikaze)

Un estudio de personajes, para mí, es adentrarme en su mente e investigarlos, saber todo sobre ellos, y así poder comprenderlos. Si, al final del libro, soy capaz de hacerlo, considero que esos personajes están bien construidos, al menos para mí. Por el contrario, si no soy capaz, me pregunto si el problema está en mí o en ellos y, al final, saco conclusiones. Podría decirse que se parece bastante a un proceso científico, en mi humilde opinión. Espero que os guste, y que me dejéis vuestra opinión en los comentarios. Tengo que avisar de que en este apartado podría haber spoilers. Es lo que pasa cuando estudias un personaje de principio a fin.

León Buendía

 Él es León, León Kamikaze, y no le importa nada ni nadie que no sea él mismo. ¿La razón? Nadie se ha preocupado tampoco por él. Este es un personaje complejo, lleno de luces y sombras, de esos que  mí me apasionan, para qué mentir. Así pues no es extraño que León Buendía, después de todo lo que ha pasado a lo largo de su vida, termine siendo un auténtico León Kamikaze.

Como todos los personajes de esta novela, León es un alma perdida que, en el fondo, solo pretende encontrarse a sí mismo. ¿El problema? Ha perdido cualquier esperanza que pudiese albergar sobre ser capaz de conocer a la persona bajo todas las capas de pintura barata.

León no es un héroe, y eso es algo que se recalca durante toda la historia. Tampoco le interesa. Sin embargo, León tiene lo que podríamos llamar un don: detectar la soledad ajena. Es decir, sabe detectar cualquier soledad y, en cierto modo, aplacarla, pero no se da cuenta de la suya propia, y eso es algo que me ha desesperado durante toda la novela. No porque no me haya gustado, sino por la frustración que sentía al ver que León no era capaz de darse cuenta de lo que le ocurría. O, más bien, me desesperaba el hecho de ver que tampoco tenía interés en ponerle remedio.

Sin embargo, el viaje a la India resulta sumamente revelador, y es precisamente entonces cuando vemos a León en todo su esplendor, a un León que se ha convertido en un animal de manada y que sabe ayudar a los demás. No es un superhéroe, ni mucho menos. Se ha convertido, sin darse cuenta, en un héroe cotidiano, cuyos actos pueden cambiar mucho más el rumbo de la historia que Superman.

León Buendía, o más bien León Kamikaze, es mi personaje preferido. Hasta que me he puesto a escribir esto no había sido consciente, pero es así. Lo es porque no se trata de un protagonista común, porque es un ser atormentado y realista, con unas sombras profundas que amenazan con comerse la poca luz que queda en su interior. Solo puede decir que me ha encantado.

 

Para terminar este pequeño estudio, que en este caso ha tratado sobre el protagonista, voy a dedicar unas pocas palabras a otros personajes, que también se las merecen con creces. Empecemos, por ejemplo, con el personaje que más me desquició de la novela: Lola. Es una adolescente como cualquiera que pudiésemos encontrar hoy en día por la calle o en nuestra clase. Sin embargo, nunca creí que un personaje pudiese llegar a molestarme tanto. La verdad es que no sería capaz de daros una razón concreta de porqué me cae tan mal. Yo barajo las siguientes opciones:

Primero, su relación con León. Es todo tan... caótico, que no fui capaz de meterme bajo la piel de esa chica ceniza y entender sus acciones. Puede que el divorcio de sus padres la altere, como nos pasaría a cualquiera, pero creo que eso no justifica su comportamiento algo infantil. Y segundo, y esto es spoiler, el hecho de que de repente es un genio de las mates porque es la mejor manera de tratar de olvidar a León. Eso es algo que no entiendo. Me parece un buen contrapunto para León, pero sigue sin convencerme del todo.

Luego tenemos al tío de León, Mateo Buendía, otro de mis personajes preferidos. Un hombre algo desquiciado y un poco psicótico que no tiene ni fuerza ni ganas de cuidar de su sobrino. Un profesor de filosofía que solo quiere seguir con su tranquila y simple vida. Creo que lo que más me gusta de este hombre son las inverosímiles e increíbles charlas con León cuando viven  en la misma casa. Son tan... reveladoras, y a la vez completamente extravagantes... Mateo aún sigue resentido con el padre de León, y por tanto con León, por la muerte de su hermana, también conocida como la madre de nuestro Kamikaze, pero al avanzar la novela y el viaje a la India también lo hacen cambiar, encontrándose consigo mismo en el camino.

Por tanto, y para rematar, León Kamikaze en la historia de un chico perdido que trata de encontrarse a sí mismo y una manada a la que pertenecer, mientras trata de recuperar una esperanza que hace mucho que ha perdido. Una historia para reflexionar, encontrarnos con nosotros mismos y, en gran medida, para entender que todos estamos perdidos, y buscamos un lugar al que llamar hogar.

Y hasta aquí llega mi primera reseña, ¿qué os ha parecido? Nos vemos pronto.

Alice fuera.