¿Qué tal? Alice os saluda desde el Claroscuro.
Hoy os traigo una lectura que terminé comprando por culpa de mis muy queridos
amigos, los Miserables
Literarios. Y la verdad es que no me arrepiento de nada. Se ha convertido
en una de mis mejores lecturas 2016. De hecho fue muy bueno, porque yo lo
empecé y terminé sin saber que había una trilogía anterior, y según iba
avanzando me parecía que había algunas cosas que daban muy por supuesto. Según
leía lo iba entiendo, pero me parecía que se lo jugaban mucho al no explicar,
por ejemplo, cómo funcionaban los poderes de los Grisha.
Seis de Cuervos, de Leigh Bardugo
(Reseña)
Ketterdam: Un desbordante foco de
comercio internacional donde todo se puede conseguir por el precio adecuado,
como bien sabe el prodigio criminal Kaz Brekker.
A Kaz le acaban de ofrecer la
oportunidad de llevar a cabo un gran robo, un arriesgado golpe que podría
hacerle más rico de lo que se jamás se ha atrevido a imaginar en sus sueños más
salvajes.
Pero no podrá llevarlo a cabo por
sí solo: tendrá que reclutar a un peculiar equipo formado por un convicto, una
espía, un pistolero, una Grisha, un ladrón y un fugitivo. Aunque ellos no lo
saben, llegado el momento los miembros del grupo de Kaz serán los únicos
capaces de salvar el mundo de la aniquilación total.
Bueno, lo serán si no se matan
entre ellos primero.
Esa es la premisa que nos presenta la
contraportada de la increíble edición de Seis de Cuervos. La verdad es que me
encanta la maquetación y la portada, pero yo compré este libro (se llevó mi
paga del mes) por algo más que su cara bonita y sus buenas reseñas. Sí
señores, lo compré para impresionar a mi nueva profesora de Literatura
Universal, a la que conocí en aquel mismo momento, donde yo me debatía entre Dorothy debe morir y Seis de Cuervos.
Seamos sinceros, Seis de Cuervos impresionaba más visualmente hablando.
Pero bueno, antes de que me vaya del todo por las
ramas, empecemos con lo menos impresionante de este libro, su trama. Porque,
entre vosotros y yo, la trama es algo más bien cliché. ¿Un robo imposible? ¿Un squad
de malotes que se tiene que unir por el bien mayor? Señor@s, hemos dejado de
hablar de Seis de Cuervos. Ahora esta reseña será de Escuadrón Suicida.
¡Pero no os vayáis, que era broma! La verdad es
que la trama no es nada nuevo en el mundo de la literatura y, si no hubiese
sido por unas razones muy especiales, me hubiese presentado en la librería a
devolver el libro. Sin embargo, este no ha sido el caso. Y por qué, os
preguntaréis.
Pues bien, las razones maravillosas por las que
el libro se ha convertido en una de mis mejores lecturas del año son sus
personajes, su ambientación y la adictiva prosa de la autora. Y las subtramas
amorosas a fuego lento, pero eso lo dejo para el final. Para empezar, os
voy a hablar de la ambientación, y la capacidad que tiene la autora para
explicar las cosas sin explicar realmente nada.
Como recordaréis, yo no he leído ni una palabra
de la trilogía Grisha, ni siquiera una mísera reseña. Sin embargo, y pese a que
al principio me sentía un poco perdida, no me costó muchas páginas averiguar
como funcionaba el tema de los grishas y aquella guerra que tenía divididos a
dos de los personajes de nuestro particular squad de malotes. Además la trama
no hará otra cosa, pero sí que te centres en el robo y las peripecias de los
protagonistas, en vez de temas que son agua pasada y que no ten hacen falta. Al
menos yo no los he echado de menos, no sé vosotros.
Además, y para más datos, Leigh Bardugo tiene la
increíble capacidad de describir sin que te den ganas de empezar a saltar
páginas y páginas para llegar al grano. En mi caso, por ejemplo, consiguió que
me enamorase de Ketterdam, cuando durante todo el libro queda claro que es un
lugar bastante peligroso y poco recomendable. Quizás sea cosa mía, siempre me
han dicho que estoy un poco loca. Qué le voy a hacer, va con el nombre.
Y ahora vamos con... ¿los personajes? Nah, eso
para el final. No es bueno tomarse el postre antes de comer. Ahora vamos a
tocar un poco más en profundidad el estilo de esta autora. Por lo que he leído
por ahí, este libro expande el universo Grisha de una forma interesante e
innovadora, además de que ha mejorado su estilo de una forma bastante
importante. Como no puedo hablar de eso, voy a fiarme del Geek Furioso y
comentar sobre lo que sé. Esta autora, esta increíble autora, fue la culpable
de tenerme pegada a esta historia hasta que puede terminarla. Tres días de leer
y no parar. ¿Dónde se ha visto? (Aparte de con trece años. Mi joven yo se
ventiló en un fin de semana los Juegos del Hambre, pero eso es
una anécdota)
Leigh Bardugo se adapta perfectamente a la trama
y nos retransmite el robo a una velocidad rápida y ágil, mientras que con
una narración exasperantemente lenta nos narra las historias de las potenciales
parejas de la novela. Así, en un poder y no querer continuo, esta escritora
juega con nuestros feels de una manera cruel e increíble que hacía mucho tiempo
que no veía.
Los diálogos son inteligentes, activos, y
excesivamente realistas, algunas veces. No me costaría nada imaginarme diciendo
algunos de ellos. Sobre todo los de Kaz, porque la voz sarcástica que existe en
cada palabra de su narración es tan... yo, que creo que esa es la razón de que
sea mi personaje preferido.
Y me parece que ha llegado el momento de hablar
de lo que realmente hace que esta historia sea extraordinaria. Los personajes.
Ese equipo de inadaptados que debe entrar en La Corte de Hielo para realizar
una misión imposible. Esas seis personas, ese seis de cuervos, es lo que mueve
la historia. Pero empecemos por el principio. Empecemos, así pues, con Kaz.
Kaz Brekker es un personaje analítico, frío y
calculador que parece matar por puro placer. Sin embargo, como uno de los
personajes nos aclara al principio, todas las acciones de este personaje tienen
una base muy sólida, construida como una enorme madeja de razones. Mi personaje
masculino preferido, y no solo del libro, sino también de todos los que he leído este año, tan real, tan increíblemente
factible, que no pude evitar enamorarme de él, aunque de vez en cuando me
desesperase.
Inej, el Espectro, se convirtió en mi personaje
favorito femenino nada más empezar a leer. Me parecía un personaje sumamente interesante,
fuerte y con evolución tan bonita que no pude evitar escogerla como favorita. Para esta decisión tengo varias razones. La primera, las relaciones que establece con cada uno de los personajes del equipo. Es un inesperado punto de unión que sirve para mantenerlos a todos unidos, un pegamento que les hace funcionar como la máquina bien engrasada que son. Además, me encanta ver al fin dos personajes femeninos (Nina e Inej) que son verdaderas amigas y que no intentan arrancarse los ojos a la primera de cambio.
Nina, otro personaje muy digno de mención.
Poderosa, inteligente y guapa, esta Mortificadora es lo que llamaríamos un
peligro al volante. Deseando empezar una nueva vida con todo el dinero que gane
al terminar la misión, se encontrará compartiendo equipo con alguien de su
pasado que no la ama con locura, precisamente. O, al menos, eso es lo que
parece. Sin embargo, esta misión va a cambiarlo. Va a cambiarla en tantos
sentidos que ya no se reconocerá a sí misma. Y eso, aunque no lo parezca, es
bueno.
Matthias también ha cambiado, sobre todo después
de un año en la cárcel. ¿Quién es Matthias? Bueno, podríamos decir que un...
viejo conocido de Nina, aunque según avanzamos descubrimos que es mucho más que
eso. Como antiguo soldado, este gigante rubio está versado en diferentes
técnicas de lucha, y no le hace ninguna gracia tener que ayudar a alguien como
Brekker, que no parece tener moralidad alguna.
Y por último, llegamos a una pareja de personajes
que no serían nada el uno sin el otro. Jesper y Wylan, el primero un pistolero
y el segundo un fugado de casa, solo piensan en las oportunidades que el dinero
de esta incursión puede proporcionarles. Uno solo quiere seguir apostando, el
otro solo quiere huir de su padre.
Esos son los seis personajes que conforman el
Seis de Cuervos al que Kaz apuesta. Entre varias subtramas románticas que no
interrumpen para nada la trama principal y que se desarrollan de una forma
magistral.
Solo tengo un fallo que resaltar de este increíble libro, por suerte o por desgracia, es tan
importante como aparentemente inocuo. Las erratas. Eso engloba los errores de
traducción, errores de puntuación, faltas de ortografía... es algo que me ha
molestado durante toda la lectura. Pero como de eso Leigh Bardugo no tiene
culpa solo puedo decir una cosa. Impresionante. Ya estoy con la segunda parte.
Y ahora, Alice se despide, que Shey, de Miserables Literarios, no le perdonará que no avance con Crooked Kingdom. ¡¡Nos vemos dentro de poco!!
